HUELLAS DEL TIEMPO



El tiempo va dejando inexorablemente su huella en el rostro de las personas; cada marca, cada arruga es una vivencia de nuestra biografía. Nuestro rostro es un libro abierto, escrito por nosotros mismos. No comprendo ni comparto la tendencia a borrar la huella que hemos dejado a lo largo de nuestra vida. Nuestros errores, nuestros aciertos, nuestras tristezas, nuestras alegrías, forman lo que somos. He ahí la belleza de la vida, su continua transformación, cuando es aceptada ecuanimemente.