Mixta sobre tabla, 200x200 cm.
La forma, es decir, la estructura
que se manifiesta, ha ido evolucionando a su intencional desintegración en las artes.
Erik Kahler se ocupó de este fenómeno promovido por las vanguardias del pasado
siglo en su obra “La desintegración de la forma en el arte”, describiendo su
origen, su desarrollo y sus resultados. Partiendo del mundo natural, el artista
desarrolló un proceso que le llevó a la abstracción, a una dimensión
no-objetiva y espiritual (Kandinsky). En ésta serie que inicié hace años,
quiero recorrer el camino a la inversa; esto es, la integración de la forma
desde el camino que las vanguardias dejaron abierto. Partiendo de lo
espiritual, sin un resultado de antemano premeditado y con la única intención de
dirigir la forma en la búsqueda de un equilibrio interior e integrador, llegar al encuentro
de una nueva visión de lo natural. En ocasiones consigo llegar a una nueva
figuración, pero no siempre sucede así.
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