“Quería
mostrar en mi ciudad natal (Alicante), al menos una parte de la exposición que
realicé éste año en Nueva York durante el mes de Mayo -Elixir de vida- Se trata de una serie de obras, en las
que utilizo como herramienta el
ordenador, en las que la línea curva y la recta se complementan, dando como
resultado una imagen dinámica.
Iconográficamente
represento el cuadrado como imagen de lo terrestre, que se metamorfosea desde
su interior mediante el círculo en movimiento (imagen del espíritu). Creo que la
humanidad debe hacer una gran metamorfosis en sus planteamientos existenciales, en su forma de pensar y actuar, conectándose con las leyes del Universo. Hemos sustituido la naturaleza por la tecnología y creo que no es el buen camino, de ello depende nuestra pervivencia . Éste fue, muy
resumido, el concepto que me llevó a la serie de pinturas Elixir de vida”
“La muestra se
completa con una parte de la obra que llevaré en el mes de Diciembre a Lisboa: La arboleda perdida. Toma
su nombre del libro autobiográfico de Rafael Alberti, en el que narra parte de
su infancia y juventud. En su
preámbulo hay una frase de Unamuno: No sé cómo puede vivir quien no lleve a flor de alma los recuerdos de
su niñez”.
Entrado
ya en el otoño de mi vida, se liberan del subconsciente los recuerdos de mi
infancia. Aquel tiempo en el que fui descubriendo la vida, en el que todo era
nuevo, mis ojos lo asimilaban y mi alma crecía en un estado de flujo perpetuo.
Fue el tiempo de vivir con todos los
sentidos abiertos al mundo. Hoy queda sobrevivir,
en un mundo que en nada se le parece al de mi infancia. De alguna manera La arboleda perdida es un deseo de recuperar
el niño interior, pero sin nostalgia, pretendiendo ver el mundo con ojos
nuevos”
INAUGURACIÓN
Presentación a cargo del escritor José Luís Ferris